Fotógrafo de boda, precios por ciudad

Un gran acontecimiento merece ser recordado durante muchos años, incluso durante toda la vida. Y es que hay momentos que indudablemente conforman una parte muy especial de la existencia de sus participantes, muy particularmente de quienes lo han protagonizado. Una graduación, una fiesta de cumpleaños o un bautizo son instantes memorables, sin embargo, ningún festejo llega a igualar la expectativa, emoción y energía que se desprende de una boda.

Ese momento cargado de magia y trascendencia en el cual dos personas deciden unir sus vidas merece ser registrado de una manera genuina y profesional, siendo la fotografía una invitada de lujo que no puede faltar en ningún momento de este evento, ya que es la principal encargada de capturar sonrisas, miradas y gestos que de otro modo pudieran pasar desapercibidos.

Sin embargo, el hecho de registrar fotográficamente una boda pasa por contratar a un profesional calificado en el área, en lugar de cualquier aventurero que se haga llamar fotógrafo, y que a costa de ofrecer un precio más barato, pudiera generar una verdadera decepción a sus clientes, entregando cabezas cortadas, desenfoques o fotos vacías.

Así como contraer nupcias es una cuestión de responsabilidad y seriedad, también lo es encargar la fotografía del enlace matrimonial a la persona indicada, aunque el esfuerzo por costear su trabajo sea un poco mayor.

Es importante recordar que el fotógrafo de boda no solo se limita a captar momentos de la celebración, sino que también dedica parte de su actividad a la edición de las imágenes para obtener mejores resultados.

Cómo elegir un fotógrafo de boda

Para elegir un fotógrafo de boda se requiere investigar un poco sobre la experiencia de los distintos profesionales que sean considerados. Por ejemplo, observar un resumen de sus trabajos fotográficos previos es un excelente paso para conocer el estilo del profesional, y si la estética lograda en sus imágenes encaja con el requerimiento de los interesados.

Existen diferentes tendencias manejadas en el mundillo de la fotografía de boda. Uno de ellos es el estilo natural, que se preocupa principalmente por reflejar los gestos de los participantes en el enlace, con un elevado sentido artístico. En este caso, la captura de movimientos espontáneos es la regla sin discusión.

Otro estilo muy de moda es el fotoperiodismo nupcial, el cual pretende hacer una cobertura con características de prensa a la celebración de la boda. Acá, el fotógrafo se dedica a narrar los acontecimientos mediante una especie de reportaje en imágenes, desde la etapa previa, pasando por la ceremonia, hasta llegar a los momentos posteriores de esta.

Los más ortodoxos podrían decantarse por el estilo fotográfico tradicional, que se enfoca en captar poses ensayadas y aplicadas cuidando el más mínimo detalle. La pareja forma parte no solo de su boda como tal, sino de una suerte de actuación que será reflejada en las fotografías.

Obviamente, todo es cuestión de gustos, e incluso hay quienes se atreven a solicitar más de un estilo a la vez. En todo caso, los verdaderos fotógrafos de boda se toman su trabajo muy seriamente y para ellos la satisfacción del cliente es lo primero, lo cual hace recordar que el presupuesto destinado a este tema debe ser una prioridad para los contrayentes.

Como la agenda de los fotógrafos de boda suele estar copada, o como mínimo, bastante agitada, es muy importante contactarles con la suficiente antelación del caso, así como también se debe hacer una descripción lo suficientemente clara del sitio donde se realizará la boda y, de ser posible, visitar dicho lugar previamente junto al fotógrafo para que este pueda analizar previamente las condiciones del sitio donde realizará su trabajo.

También es un plus el hecho de indagar sobre los equipos con los que cuenta el fotógrafo. Aunque la mayoría de la gente no es ducha en la terminología y especificaciones técnicas de los equipos fotográficos, sí es posible concertar una cita con el profesional para que este describa el material con el que cuenta, y el tipo de imágenes que puede tomar en cada caso. Y si el fotógrafo cuenta con un asistente, pues mucho mejor.

Otro aspecto a considerar es el relativo a la contratación y las condiciones de su servicio. En este apartado se sugiere dejar muy claro las horas de trabajo, los detalles de edición, la cantidad de imágenes a recibir, así como también su formato y resolución. La parte legal es quizás la más significativa, ya que permite proteger al usuario en caso de cualquier contratiempo.

Precios de un fotógrafo de boda por ciudad

Los fotógrafos de boda profesionales son personas que viven del oficio. En la gran mayoría de casos, no participan de esa actividad por ocupar su tiempo libre o por generar un ingreso extra. Por tanto, su trabajo vale, y quien desee obtener resultados óptimos deberá pagar lo justo por ello.

Actualmente en España existen numerosas plataformas digitales con directorios de fotógrafos de boda. Algunos se han asociado y colaboran en colectivos fotográficos, mientras que otros mantienen su autonomía y prefieren seguir trabajando de modo individual.

Lo cierto es que las tarifas pueden variar de acuerdo a la experiencia y demanda que tenga un fotógrafo profesional, los servicios que preste y también la ciudad. No cobrará lo mismo un fotógrafo de boda en Madrid o Barcelona, que en alguna localidad rural.

Para hacer una idea, el servicio estándar de la fotografía de boda incluye la entrega de un álbum con al menos 30 fotografías en físico y un respaldo con decenas o cientos de fotos en DVD o USB, por lo que el precio promedio de este servicio ronda entre 1.300 y 1.800 euros.

Aunque el precio pueda lucir elevado, esto tiene una lógica. Los fotógrafos de boda deben cubrir gastos de traslado, posproducción, materiales, equipos y, sobre todo, tiempo. Un fotógrafo de boda no solo se limita a tomar imágenes alegremente en la ceremonia, sino que consume muchas horas editando y componiendo las fotografías que entregará como producto final a sus clientes.

En Madrid y  Barcelona, el precio promedio es de 1.400 euros. Por su parte, Valencia presenta precios sobre los 1.500 euros. En Sevilla y Málaga, pueden encontrarse precios que bajan de los 1.200 euros.

Formas de ahorrar al contratar un fotógrafo de boda

Como muchos quizás han decidido invertir en otros aspectos de la boda, dejando la contratación del fotógrafo para el final, puede que el presupuesto les quede algo corto para esa etapa. Sin embargo, existen alternativas de ahorro.

Una de ellas es precisamente buscar varias opciones de fotógrafos, y no quedarse con la primera que se encuentra por el camino. Además, los fotógrafos de boda suelen ofrecer facilidades de pago, así como también la escogencia de solo algunos de sus servicios. De hecho, es cada vez más común que muchas parejas paguen únicamente por el servicio de fotografía digital, dejando a un lado el tradicional álbum de fotos en físico.

Una excelente alternativa consiste en entrevistarse con al menos tres fotógrafos de boda, conocer un poco su forma de trabajo, y negociar opciones de pago que puedan satisfacer a ambas partes. De ese proceso podrá elegirse aquel fotógrafo que reúna las condiciones más idóneas según lo requerido.