Cuánto cuesta el proyecto de una casa

Iniciar el proyecto de una casa desde cero es un riesgo grande, y una inversión aún mayor, más compleja que comprar una vivienda y rentar un piso. El sueño de tener un hogar no solo propio, sino levantado desde sus cimientos por sus futuros propietarios e inversionistas, siguiendo todos sus caprichos de construcción, es casi una fantasía; mientras sea arquitectónicamente posible y legal, claro está.

Para los que deciden tomar la iniciativa y arriesgarse en el proyecto, deben primero crear un presupuesto realista, que esté al alcance de sus capacidades económicas. Es necesario un estudio del terreno sobre el que se va a construir, contratar un equipo tan profesional como trabajador, y nunca olvidar las posibles complicaciones que pueden surgir en el camino.

Una vivienda unifamiliar es el proyecto de casa más común. Su precio final siempre dependerá de los lujos y comodidades que se quieran instalar en la nueva vivienda, la ubicación de la misma, el tamaño, la calidad del personal y los materiales, así como de los temidos gastos extras y posibles inconvenientes que se puedan presentar.

La documentación de la nueva propiedad es de suma importancia, dado que las construcciones ilegales solo pueden causar inconvenientes y peligro para la seguridad personal.

Hay que tener en cuenta que el proyecto de una casa puede ser un proceso muy estresante, que rara vez es fácil. Las discusiones por diseño o dinero también llegan ser frecuentes en este ámbito. Por estos motivos, se tiene que estar seguro que esta es la opción elegida para poder tener un hogar propio, más que comprar uno ya totalmente establecido y construido, o seguir alquilando un piso o una vivienda familiar.

Proyecto de una casa: Los profesionales

El primer profesional que se debe buscar es un buen arquitecto, quien diseñará el proyecto desde cero y le dará forma a la futura casa. Posteriormente, con un agente de bienes raíces, hay que conseguir el terreno sobre el que se llevará a cabo el proyecto, siempre teniendo en cuenta que por calidad de suelo y ubicación, los precios pueden variar considerablemente.

El arquitecto debe trabajar en conjunto con el agente de bienes raíces y con el financista de la construcción, para poder llegar a un acuerdo óptimo. Un arquitecto y un ingeniero deben ir de la mano para desarrollar los planos de la casa, entendiéndose mutuamente.

Una vez adquirido el terreno, se debe proceder con los estudios geotécnicos y topográficos, para afirmar que el lugar donde se levantará la estructura es seguro. Luego se da inicio al anteproyecto, y es en este momento cuando se revisan las ideas, los planes, el presupuesto y lo viable que estos son, para posteriormente iniciar el proyecto formalmente.

Es en este punto sonde se contrata un aparejador, que es un arquitecto técnico en ejecución de obras. Este profesional será el que tome el control de la obra, encargándose de supervisar el progreso en la construcción, la seguridad de los involucrados y de que todo se esté haciendo de forma correcta.

El aparejador trabaja de la mano con el arquitecto, y en ocasiones se debe contratar a más de uno. Al ser de oficios similares, suelen recomendarse entre sí.

Hay que prestar especial atención al momento de elegir a la empresa constructora que se involucrará en el proyecto. Debe ser un grupo laboral de confianza y que pueda garantizar un buen resultado final. Hacer las cosas bien desde un principio dará tranquilidad a largo plazo a los futuros habitantes de la vivienda, al mismo tiempo que evitará más gastos a largo plazo por un trabajo mal hecho.

No se debe confiar en cualquier persona cuando se pone en sus manos tan importante inversión, así que la búsqueda de los individuos correctos debe ser exhaustiva, además de realizarse con responsabilidad.

Los estándares de seguridad deben ser altos y ser cumplidos al pie de la letra por los individuos involucrados. Un problema o demanda legal es lo último que una persona con un proyecto de casa en sus manos quiere tener.

Proyecto de una casa: PEM

En esta parte del proyecto es donde se toma en cuenta el presupuesto de todo lo que se planea gastar, teniendo en cuenda lo que se deberá pagar a los profesionales contratados para realizar el trabajo.

Aquí se debe tener en cuenta todos los aspectos del presupuesto de ejecución de materiales, que van desde la compra del terreno, pasando por la adquisición de los materiales y la contratación de profesionales y mano de obra, hasta llegar a los impuestos y los premisos legales.

Los impuestos por construcción en España oscilan entre los 300 y 400 euros, dependiendo de lo que se vaya a construir. Cada suministro que deberá tener la casa para que sea un lugar confortable, entiéndase agua, telecomunicaciones, luz y electricidad, tienen un costo promedio de 200 euros.

Todos estos aspectos deben estar incluidos en el presupuesto del proyecto, el cual debe discutirse con el arquitecto, con el director de obra, y con quien esté financiando la construcción.

Es muy importante que el presupuesto tenga un tope y que este sea firmemente respetado, para así poder evitar futuras deudas y problemas con la hipoteca. De ser incumplido el presupuesto, se debe saber cuál es el proceder para cubrir el vacío económico, sin causar calamidades en el bolsillo del que financia la construcción.

¿Cuánto cuesta el proyecto de una casa?

Los precios de un proyecto de casa pueden variar de manera significativa, dependiendo de la región donde se realiza el trabajo, los materiales a utilizar, la preparación del terreno, los estudios que se le deben hacer, los profesionales que se van a contratar y los posibles inconvenientes que se pueden, y probablemente, se van a presentar en algún momento. Los costos extras y la toma de decisiones son posibles focos de estrés y desacuerdo entre los que financian el proyecto de construcción.

En España, los presupuestos iniciales suelen ser de 700 euros a 900 euros por cada metro cuadrado, los materiales que serán utilizados es uno de los gastos más importantes, pues su factura final puede llegar hasta los 90.000 euros. En promedio, se gasta unos 4.800 euros por el proyecto básico y de ejecución. La dirección de la mano de obra tiene un promedio de 2.000 euros, mientras que las licencias urbanísticas para que la construcción sea legal pueden llegar a costar 1.400 euros aproximadamente.

El total oscilar entre 140.000 euros y 150.000 euros por una vivienda unifamiliar de dos pisos. En las ciudades grandes como Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla y Málaga, el costo puede dispararse hasta límites insospechados, pues el precio del terreno en las metrópolis más conocidas suele ser mayor que el de las ciudades más pequeñas. Esos costos pueden bajar considerablemente si se construye en el campo o en pueblos pequeños, dado que el valor del metro cuadrado es más reducido.

No se debe cambiar los planos durante la construcción, es un terrible error que causará un mayor gasto de dinero y más tiempo para finalizar el proyecto. Así que para evitar este inconveniente los planos de la construcción debe estar aprobados por completo, por el dueño de la obra, el arquitecto y el ingeniero.